La depresión es un padecimiento muy frecuente en el que las personas sienten tristeza, perdida del interés en la vida, falta de energía, incapacidad para sentirse bien o para concentrarse. La depresión puede impedir llevar una vida normal y ser la razón de bajas calificaciones en la escuela o de fallas en el trabajo. En el peor de los casos, la depresión lleva al suicidio, una tragedia que causa alrededor de 850,000 vidas en el mundo cada año.
La depresión ocurre en cualquier edad, sexo y condición socioeconómica, es una de las principales causas de discapacidad en todas las edades y la segunda entre los 15 y los 44 años de edad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, afecta a casi 121 millones de habitantes en todo el mundo, pero sólo uno de cada cuatro enfermos/as tiene acceso a un tratamiento efectivo. Eso significa que muchas más personas se pueden beneficiar si buscan ayuda y reciben un tratamiento adecuado, es por ello que en ésta y en las siguientes columnas revisaremos qué es la depresión, cuáles son los tipos más comunes, las causas, cómo se detecta o se trata y cómo se previene.
Antes de comenzar, es muy importante tener consciencia de que también alrededor de la depresión hay mitos, falsas creencias que hacen difícil reconocerla y buscar el tratamiento adecuado.
El mito más común es que si alguien tiene depresión es de mente débil y que todo se resuelve si la persona “reacciona” y “piensa positivamente”. No, no es así, la depresión no depende de la voluntad, es una enfermedad real y curable que afecta el funcionamiento del cerebro. Pedirle a una persona con depresión que se sienta bien es tan absurdo como pedirle que cambie el clima, y muchas veces termina sintiéndose más angustiada y culpable.
Otro mito es pensar que si se busca ayuda, la persona es débil para enfrentar los problemas de la vida diaria. Por el contrario, buscar tratamiento en una depresión es una decisión inteligente que requiere fuerza y valor.
¿Qué es y qué no es depresión?
Cualquiera se puede sentir triste o infeliz de vez en cuando, sobre todo si hay perdidas o desilusiones, por lo general estos sentimientos son pasajeros y desaparecen en unos días. Cuando hay depresión, la enfermedad es un obstáculo en la vida diaria y en el desempeño normal de las actividades y es causa de dolor para quien lo sufre y los que le rodean. Algunos de sus síntomas son:
· Estar irritable o tener arrebatos de ira
· Perder el gusto por las actividades que usualmente te hacen feliz
· Problemas para dormir o tener mucho sueño
· Mucha hambre o dejar de comer con cambios en el peso
· Sentir cansancio y falta de energía, estar sin hacer nada
· Pensar que eres inútil, odiarse a sí mismo/a o sentir que no vales mucho y no te mereces cosas buenas (baja autoestima)
· Tener la mente lenta y con dificultad para concentrarse
· Sentir desesperanza y abandono.
· Pensar de manera repetida en la muerte o el suicidio.
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