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lunes, 29 de julio de 2013

Hepatitis: Conócela y Enfréntala


El 28 de julio es el Día Mundial de la Hepatitis, una enfermedad que puede ser mortal, pero también prevenible. Las hepatitis más frecuentes son las virales; los virus conocidos se identifican a través de letras: A, B, C, D y E, que son capaces de causar una infección aguda o una crónica con inflamación del hígado que puede terminar en cirrosis o cáncer.

Las formas más agresivas del virus de la hepatitis son la B y la C. Se estima que en el mundo 240 millones de personas tienen infección crónica con hepatitis B y 150 millones con hepatitis C. La mayoría de las personas que tiene la infección no lo sabe, tampoco sabe que puede transmitir a otras la infección, ni de su alto riesgo de desarrollar cirrosis o cáncer.

Cómo se transmiten las hepatitis:
  • Los tipos A y E a través de comida o agua infectada.
  • Los tipos B, C y D por la sangre o sus derivados (transfusiones, jeringas o equipo contaminado que se utiliza en odontología, tatuajes, piercings, cosmetología, etcétera.)
  • La hepatitis B se transmite por contacto sexual o de madre a hijo durante el nacimiento. La hepatitis C puede transmitirse por contacto sexual, pero es menos común esta vía.
En la infección aguda pueden o no presentarse síntomas, y cuando ocurren es fácil diagnosticarla: la piel y la conjuntiva de los ojos se ponen amarillas, se obscurece la orina, se siente debilidad, náuseas, vómito y dolor en el abdomen.

La mayoría de las hepatitis A son leves o moderadas; en México la prevalencia de la infección es muy alta en la edad preescolar y escolar. La mayoría se recupera en pocos días. Para el tipo A existe vacuna.

El virus de la hepatitis B es de 50 a 100 veces más contagioso que el virus de la inmunodeficiencia humana, puede causar una infección aguda que desaparece, una hepatitis fulminante que lleva a la muerte o una infección crónica. Los niños tienen más riesgo de desarrollar la infección crónica, sobre todo si se infectan en el primer año de vida. Se calcula que 25% de los adultos con infección crónica, adquirida en la infancia, muere por cirrosis o cáncer.

Cuando la infección tipo B se adquiere siendo adulto, nueve de cada 10 se recuperan completamente. En México la vacunación contra hepatitis B es parte del esquema nacional de vacunación. Si no fuiste vacunado es importante acudir a tu clínica y solicitar la vacuna.

A diferencia de las hepatitis A y B, para la hepatitis C no existe vacuna y la infección es más grave: de siete a ocho personas que se infectan van a padecer la enfermedad crónica y una de cada cinco morirá de cirrosis o cáncer de hígado.

Para prevenir las hepatitis B y C, asegúrate que:
  • Siempre que te inyecten usen jeringas estériles desechables.
  • Tu dentista esterilice el material con el que trabaja.
  • Si te haces tatuajes, piercings o acupuntura el material esté adecuadamente esterilizado.
  • Practica medidas de sexo seguro.
  • Evita el consumo de drogas inyectables y el intercambio de material de inyección.
La mejor arma contra las hepatitis es su prevención.
Cuida tu salud.





olgageorgina@gmail.com twitter: @olgageorgina

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